El acabado es el tratamiento de las superficies que les otorga un aspecto uniforme y confiere a las piezas tratadas efectos estéticos especialmente interesantes.
El acabado de las superficies, como aplicaciones, se extiende del campo de la moda (en el sentido más extenso, incluyendo ropa, óptica, bisutería, joyería, etc.) al acabado de componentes para el sector farmacéutico y hospitalario, respetando las normas vigentes en materia de desinfección de superficies.
Diseñar sistemas y procesos para realizar tratamientos de acabado significa garantizar resultados perfectos.
Las piezas que se deben someter al acabado por arenado muy a menudo se introducen directamente en el mercado después de la ejecución del tratamiento.
Esto significa que las instalaciones deben funcionar con gran precisión y con absoluta repetitividad, puesto que muy a menudo el tratamiento de acabado tiene como objetivo alcanzar un parámetro estético importante.