La rugosidad elevada de la superficie del molde hace que la separación de la pieza sea más complicada, incidiendo en los procesos automáticos aguas abajo.
El proceso de reducción de la rugosidad en el molde es especialmente laborioso, tanto en términos de capacidad del operador como, sobre todo, por el tiempo necesario. Debido a las geometrías de los moldes a menudo complejas, el pulido es un proceso que se debe realizar manualmente.
Norblast ha creado un tratamiento capaz de activar, en pocos minutos, la superficie que se debe pulir. Este tratamiento es capaz de reducir el tiempo necesario para los pulidos posteriores, reduciéndolo de varias decenas de minutos (incluso horas) a pocos minutos. El tratamiento se puede realizar tanto en modo manual como automático hasta una solución completamente robotizada.
El uso de los moldes, para mantener la calidad del producto final, precisa una limpieza de las matrices con frecuencia constante.
La limpieza del molde se debe producir con constancia en todas las superficies, incluso las más complejas. Igualmente, el proceso se debe realizar sin provocar cambios superficiales o, aún peor, daños difíciles de reparar.
Norblast ha creado un proceso capaz de limpiar la superficie del molde reduciendo significativamente los problemas relacionados con superficies más o menos complejas; todo se realiza respetando las cualidades de la superficie. El tratamiento se puede realizar tanto en modo manual como automático hasta una solución completamente robotizada.
