Rugosidad Controlada

Background

Tratamiento que contribuye a mejorar la adherencia de un posterior revestimiento del componente.

PREPARAR LAS SUPERFICIES
Dicho tratamiento genera en la superficie de un componente un perfil artificial que, si se observa en el microscopio, presenta una sucesión de grabados y protuberancias (valles y picos). El perfil y, por tanto, la rugosidad obtenida contribuyen a mejorar la adherencia de un posterior revestimiento del componente.
Por esta razón, el cambio artificial causado por el arenado en la superficie se denomina “perfil de fijación”. Cada revestimiento requiere perfiles de fijación con características específicas.
En general, los revestimientos con espesor más bajo requieren perfiles más “suaves”, mientras que en los más espesos también los grabados generados por el arenado normalmente son más marcados y más profundos para aumentar la adherencia.
De ahí surge la necesidad de tener un tratamiento específico de “arenado controlado” que permita obtener y mantener con el tiempo los objetivos fijados.

 

NUESTRA RESPUESTA
Nuestras máquinas son diseñadas y fabricadas para responder con la máxima eficiencia a la gran calidad requerida para realizar correctamente este tratamiento especial de arenado controlado.
Las instalaciones dedicadas a este tratamiento específico están equipadas con sistemas de control que permiten monitorizar constantemente los parámetros fundamentales para la correcta ejecución del proceso, para garantizar la constancia y la uniformidad con el tiempo.

 

CASE STUDY

Activación de superficies de carbono

La superficie del carbono, después de la fase de fabricación del componente, plantea dificultades para la aplicación tanto de pintura como de cola en la preparación del montaje con otros componentes.

La superficie de las piezas es compleja y no todas las áreas son de fácil acceso. A pesar de ello, es necesario que la superficie que se desea pintar/pegar se prepare con uniformidad. Utilizando los métodos mecánicos tradicionales, normalmente papeles abrasivos o similares, la operación puede resultar especialmente compleja, si no imposible, y puede depender estrictamente de la habilidad de unos pocos operadores.

Norblast ha puesto a punto un proceso de tratamiento superficial estudiado específicamente para los materiales compuestos.
A través del conocimiento de las granallas y de los sistemas de propulsión más adecuados, se ha podido diseñar una serie de máquinas capaces de activar la superficie reduciendo drásticamente los límites derivados de la complejidad de las superficies. El proceso se simplifica y reduce el riesgo de daños durante el tratamiento. El tratamiento se puede realizar tanto en modo manual como automático hasta una solución completamente robotizada.